martes, 10 de enero de 2012

MADRES "MODERNAS"



Superadas ya las fiestas navideñas hay que retomar la realidad , y, al hilo de un estupendo artículo que no hace mucho publicó Eva Hache en la revista SModa (Nov. 2011) se me ha ocurrido elaborar esta supuesta entrevista a una madre de familia numerosa, que, aunque ya digo que es "supuesta", más de una se sentirá identificada con ella.

-Periodista moderna de las de "qué original soy y qué poca importancia me doy":  ¿Cómo encara una familia numerosa la cuesta de Enero en este momento de crisis que vivimos?
-Madre de familia numerosa que cuando la periodista va, ella ya viene por cuarta vez:  Pues mire usted, la cuesta de Enero se encara igual que la de Febrero, la de Marzo o la de Abril, porque para nosotros, todos los meses tienen una cuesta pistonuda, vamos, que en mi casa, el día 6 ya estamos a treinta, no le digo más.
-Periodista: Pero en época de vacas flacas no será lo mismo que antes, cuando todos vivíamos por encima de nuestras posibilidades ¿no?

-Madre: A ver, es que, si le soy sincera, yo nunca he podido vivir por encima de mis posibilidades. Las épocas de vacas gordas me pillaron trabajando, por lo visto, porque no me enteré. Ahora, a las flacas ya las conozco hasta por el nombre, vamos, que hay confianza con ellas.
-Periodista: Pero usted es una madre joven, actual, supuestamente moderna... me imagino que le gustará ir a la moda... no sé, los pantalones de montar, las botas altas...¿Cuál sería su look ideal, por ejemplo, para una noche loca?
-Madre: Por partes. És verdad eso que ha dicho de que me gustará ir a la moda, es cierto, me gustará, claro que me gustará, dentro de veinte años, cuando mis hijos ya no lleven pañales, cuando las noches no parezcan el Tour de Francia, porque duermo por etapas, cuando no me pase el día doblando el lomo para recoger juguetes del suelo,y haciendo purés de verdura en los que no se note la verdura, entonces sí, me imagino que, si me queda un soplo de vida, me encantará ir a la moda, mientras tanto, los pantalones de montar que yo me pongo son los de montar broncas cada vez que
abro la puerta de casa y se me vienen todos encima a darme el parte de lesiones del día, y las botas altas en mi casa son el uniforme, mejor si son katiuskas hasta medio pecho,
porque cuando termino de bañarles, lo del Titanic fue una bagatela al lado de cómo queda el baño. Y sobre mi look ideal para una noche loca... hombre, siendo muy loca, muy loca, me pondría un pijama de cuello alto, unos calcetines de borreguito y el saco de semillas calientes en el cuello, que el niño me pesa ya ocho kilos y tengo las cervicales que me hablan. Pero vamos, ya le digo que eso, siendo muy exagerada, porque la última locura que recuerdo haber hecho ha sido comerme un chicle con azúcar. Sí, lo reconozco, soy muy intrépida, pero durmiendo a salto de mata y teniendo que levantarme a las seis, la imaginación se va apaciguando de una manera pasmosa.
-Periodista:  Deduzco que trabaja usted fuera de casa ¿no?
-Madre: Pues no, no deduce usted nada bien, porque si yo solo trabajase fuera de casa, sería la reina del mambo, lo malo es que trabajo también dentro de casa, es lo que tiene ser "independiente"
-Periodista: Pues sobre eso quería preguntarle también. ¿Cómo concilia vida familiar y laboral?
-Madre: Me alegro mucho de que me haga esa pregunta en un marco incomparable y todas esas cosas que se dicen. Yo no concilio nada de nada, mi vida laboral y mi vida familiar se llevan a matar, la verdad, y lo hago como puedo: llegando al trabajo tarde la mayoría de los días, llamando a casa cada cinco minutos a ver si uno tiene fiebre o el otro ha vomitado, o pensando en medio de una reunión qué pongo mañana de comida. Y cuando estoy en casa, atendiendo el móvil mientras se hacen las alubias y le pongo el
termómetro al pequeño, que cualquier día le doy el Dalsy a mi jefe y al niño le explico por qué nos conviene invertir en eléctricas, así de sencillo.
-Periodista:  ¿Y qué opina de las madres famosas que salen con sus hijos en las revistas, con una imagen impecable y siguiendo siempre las últimas tendencias en moda?
-Madre: Pues nada, me parece muy bien. Yo veo a Angelina Jolie y me identifico con ella: los mismos problemas para llegar a fin de mes, los mismos ingresos, el mismo piso de noventa metros para siete, el mismo coche de hace quince años y la misma ropa heredada de unos hermanos a otros, ya le digo, me identifico muchísimo con ella, vamos, que cualquier día nos confunden por la calle.
-Periodista: Pero si tuviese que elegir un modelo de madre con estilo...
-Madre: Pues mire, elegiría a mi madre, a mi abuela, o a mi bisabuela, que sin frigorífico, ni lavadoras, ni tanto pijerío como hay ahora, sacaban adelante a sus hijos sin estar preparadas, sin mandarles al psicólogo a la primera pataleta que cogían y sin tener estudios de ningún tipo, educándoles sólo con el sentido común, que como usted bien sabrá, es el menos común de los sentidos. ¡Ah! Y sin dinero, que no tenían ni un real.
-Periodista: Tal y como lo plantea, parece creer que el dinero da la felicidad...
-Madre: No, no creo que la dé, estoy segura de que la compra.
-Periodista: Entonces, ¿qué opina sobre el último informe que dice que las ventas de lujo han aumentado en el último año en nuestro país, a pesar de la crisis que atravesamos?
-Madre: Pues opino que la crisis siempre afecta a los mismos, a los que ya vamos jodidos de por sí, porque a los otros, a los que han ido siempre sobrados, les da exactamente igual, y hacen bien, oiga, cada uno gestiona su dinero como le da la gana, y además, esas personas que gastan, son las que pueden hacer que el dinero se mueva, porque los demás sólo lo movemos para pagar deudas, no para comprar lujo.
-Periodista: La envidia... algo tan español.

-Madre: No, señorita: la envida, algo tan lógico. Yo no le deseo ningún mal a nadie por mucho dinero que tenga, pero vamos, envidiarles les envidio con toda mi alma, cosa que me parece normal porque me encantaría vivir como ellos. ¿Que no puedo? ¡Nos ha fastidiado! Claro que no puedo, pero el deseo es libre, estaría bueno...
-Periodista: No me está animado usted a emprender la aventura de la maternidad...
-Madre: No, claro que no la animo, porque mientras piense usted que ser madre es una "aventura", será mejor que se vaya a pasar el día a un parque temático.
 Mire, ser madre es una responsabilidad enorme y requiere conocimientos que no se aprenden ni en las universidades más caras del mundo. Cantar un "sana, sana" y que se mejoren todos los males, poner los labios en la frente y saber la temperatura, no escuchar la peor de las tormentas en la noche pero despertarse con la menor tos del niño, hacer un disfraz de rey mago en una tarde con la falda de la mesa camilla y una barba de algodón, o adivinar qué les pasa sólo por la forma en la que te saludan al llegar, eso no es una aventura, eso es lo más grande del mundo y hay que tomárselo muy en serio.
-Periodista: Y si por una vez  pudiera pedir un deseo para usted, solo para usted ¿qué le gustaría que le sucediese esta misma noche?
-Madre: Pues mire,  así, al pronto, me encantaría sentarme en el  tejado de mi casa y que viniese Águila Roja a charlar conmigo un rato, a cobijarme con su capa, a solucionarme los problemas, a darme un achuchón... Mientras tanto, tengo un Canario Amarillo, que no es lo mismo, para qué nos vamos a engañar,  pero a veces, hasta hablo con él y me desahogo, ya ve usted.

La periodista recoge la grabadora mientras el fotógrafo toma la última imagen que ilustrará en el dominical el reportaje titulado: "Madre no hay más que una".
La madre conecta el móvil: doce llamadas perdidas, ocho de casa y cuatro del trabajo. No hay mensajes, o sea, que no ha habido nada grave. Sale del local del periódico y llama a casa, todo en orden: Luis se ha caído, Ana ha pegado a Jaime, Irene ha tirado el zumo, y Paula ha despertado a Edu. Por cierto, hay que pasar por la farmacia, que no encuentra el chupete. Ni ha preguntado qué día sale la entrevista, bueno, da lo mismo, al fin y al cabo, ya sabe lo que pone.
De camino se encuentra con su amiga Merche saliendo de una cafetería con otras cuantas mujeres:
-Ya ves, mientras esperamos a los críos hemos hecho un taper-sex, por entretenernos algo, hija, porque esta vida nuestra es muy aburrida. No sabes lo bien que vivís las que trabajáis.

Y una punzadita de eso tan español, (la lógica), vuelve a sacudirle el estómago mientras piensa que ella controla bien lo del taper, pero en lo del sex, tendría que ponerse al día.


(Música: Tema Previously, de Águila Roja)









2 comentarios:

  1. Genial cuando vas en serio, magistral con tu odioso Sotillo, y deliciosamente ácida cuando sacas a pasear tu sentido del humor.
    ¿Y tú quieres que yo haga un blog de poesía?
    ¿"Pa" qué?

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  2. ¡Debería ser obligatorio leer tus comentarios humorísticos! Así se nos quitaría esta cara de vinagre que nos está poniendo la maldita crisis.¿O será que torcemos el morro porque algo huele a podrido en la clase política? ¡Anda ya! Pues no dicen que es a causa del estiércol...
    Bueno, pues como diría alguno "más Berrocal y menos Prozac".
    Y por cierto, de acuerdo en todo con el comentario anterior.
    Besos

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