viernes, 22 de julio de 2011

LA MÁQUINA DEL TIEMPO

Comentaba el otro día con mi amigo, ya sabéis, el poeta enmascarado, la necesidad que hay a veces de dar un salto en el tiempo, las ganas de que pasen etapas de la vida en las que algo no va bien, dormirse y despertar cuando todo haya pasado, dar un salto y evitar momentos que no son agradables de vivir.
Y mirad lo que me ha escrito:

Te regalo mi máquina del tiempo
para que duermas tranquila, sin miedo,
sobre el regazo de los sentimientos,
arrullada sólo por los buenos sueños.
















Te regalo mi máquina del tiempo
para que pase deprisa, de puntillas, en silencio,
y que te columpie llegando hasta el cielo,
acurrucada en los brazos del viento.

Te regalo mi máquina del tiempo,
y que te despiertes justo en el momento
en el que quieras leer estos versos,
en el que tus ojos sonrían de nuevo.


 Una máquina que funcione sin miramientos,
 que ande con suspiros
y se pare con lamentos,
que adelante con sonrisas
y se atrase con misterios,
que agrande los segundos
y encoja los milenios,
que devuelva ilusiones
y quite sufrimientos.

Te la envío hoy mismo.

Te regalo mi máquina del tiempo.


********************
(Mándamela por Seur y urgente, "porfa", que me hace una falta que no veas...)


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