Para Sole
¿Quién quiere un cuento bonito?
Me lo encontré hace un ratito
en un frasco de cristal.
Estaba aquí, en la cocina
metido en una vitrina
donde lo puso mamá.
Está llenito de letras
que se mueven pizpiretas
y no paran de saltar.
Quieren salir todas fuera
y al quitar la tapadera
han empezado a volar.
Están tan descolocadas
que parecen alocadas,
como si fuesen a hablar.
Y no es que yo me equivoque,
por arte de birlibirloque
va cada una a un lugar.
¡Caramba lo que ha ocurrido!
Las letras se han convertido
en historias que contar.
Mi casa se llena de cuentos
como locos de contentos
por conseguir escapar.
Observo desde la puerta:
Con un frasquito de letras
¡lo que se puede lograr!
Abriré bien la ventana
que sean libres mañana
y nadie los vuelva a encerrar.
A ver ahora qué pasa
por quedarme solo en casa,
verás cuando llegue mamá…
Fijate tú, lo que se puede hacer
ResponderEliminarcon un ratito sobrante.
Mientras estabas en la cocina
has preparado un buen entrante.
Una pizca de imaginación
dentro del frasquito de tu mente
que como la sal dará sabor
a la ensalada, el filete y el arroz
y cómo no, ¡a este cuento tan excelente!.
Un cálido saludo Beatriz por este cuento que nos has regalado.