lunes, 7 de marzo de 2011

8 DE MARZO DE 2011

   Celebramos otra vez el Día de la Mujer, que este año además cumple su primer centenario, aunque sus raíces están mucho más allá, en la lucha por la igualdad de derechos desde los principios de la historia.
En esta fecha, me parece justo recordar que aunque se han conseguido muchos avances, aún queda camino por delante, porque lo ideal sería no tener que hacer este tipo de celebraciones, no tener que dedicar un día a recordar luchas ni batallas por una igualdad que no habría que pelear, porque si nacemos iguales, las desigualdades las hacemos nosotros mismos.
   De entre las muchas personas que han alzado su voz en contra de las injusticias que se cometían contra las mujeres, hoy me gustaría recordar a Cristina Pizán (1360-1430), que es considerada por muchos como la primera escritora profesional, que además, dedicó gran parte de su vida y escritos a rebatir las innumerables ofensas que se decían y hacían a las mujeres en aquella época ( y que desgraciadamente, no han desaparecido en los tiempos que vivimos).

Con veinticinco años, viuda y con varios hijos a su cargo, en pleno siglo XV logra mantener a su familia escribiendo textos que rompieron tabúes de la época tomando la palabra en nombre de muchas mujeres que no tenían ni la formación ni la oportunidad de defenderse de los improperios que les dedicaban los hombres. Entre las afirmaciones que se hacían cabe señalar que las mujeres eran acusadas de escasa capacidad intelectual, avaricia, infidelidad, sentir placer ante la violación y hacer insoportable el matrimonio con su amargura y rencor. Se les impedía estudiar porque el conocimiento las corrompería más aún. Los predicadores asociaban la imagen de la mujer con Eva, lo cual era igual a pecado, mal y perversión, concepto que se extendía entre la población y alcanzaba todos los campos, como por ejemplo, la medicina, que consideraba a la mujer como un falso hombre , un ente defectuoso.
   Si Cristina Pizán pudo abstraerse de este ambiente fue por su situación privilegiada ya que creció en la corte de Carlos V al ser su padre el sabio Tomasso de Pizzano que estaba al servicio del monarca.
   De cualquier manera, esto no le quita mérito, ya que hubo muchas otras mujeres que también estaban en situaciones semejantes y no invirtieron sus esfuerzos en la defensa femenina.
   La obra literaria de Cristina se centra en la mujer durante más de tres décadas y es considerada como la primera escritora feminista porque es la primera que escribe a partir de su experiencia, afirmando que todo lo que se dice sobre la maldad de las mujeres no se debe a ninguna característica intrínseca, sino a las circunstancias, que no es algo natural en la mujer, sino social.

Entre sus libros, podemos citar:

       -Cent Ballades (1399)
       -Le Livre du Dit de Poissy (1400)

       -Querella de las mujeres (1401)
       -La ciudad de las damas (1405)
       -El dechado de Juana de Arco (1429)

  Está claro que aunque celebremos el primer centenario de la celebración del día de la mujer, siempre hubo voces femeninas que se alzaron contra las injusticias que se cometían.

 Algunos enlaces de interés sobre esta escritora:

http://www.cristinadepizan.com/


http://www.uv.es/~dones/temasinteres/historia/cristinadepizan.htm



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