domingo, 3 de octubre de 2010

ENSEÑAR A LEER, ENSEÑAR A QUERER

He encontrado en Internet un blog muy interesante sobre la lectura, y hoy me gustaría comentarlo. Es una pena que lleve más de un año sin actualizar, pero de cualquier manera, lo que cuenta no tiene fecha de caducidad.
Hablan sobre la importancia de formar pequeños lectores para que sean personas capaces de tomar decisiones, ser solidarios y tener unos objetivos claros en su vida. Pero el aspecto que más me ha llamado la atención es la importancia que da a la implicación afectiva en el proceso lector. Reproduzco textualmente algunas frases porque me parecen muy acertadas: "Sin unos brazos que acaricien, sin unas nanas que adormezcan, sin unas palabras mágicas que curen, poco o nada se logra. Entregar libros, así nada más, sin ton ni son, a los niños más chiquitos, suele ocasionar únicamente destrucción, conflicto y alejamiento de los libros".
Creo que lo que dice es, como ocurre en tantas ocasiones, el resultado de aplicar el sentido común (el menos común de los sentidos)a todo lo que hacemos, especialmente, con los niños. Si les imponemos los libros como obligación, se convertirán en algo poco apetecible para ellos, pero si asociamos el momento de la lectura con afecto, con abrazos, con caricias, aprenderán a amar los libros y todo lo relacionado con ellos. Cito de nuevo de manera textual:"La educación es la única alternativa para mejorar la calidad de vida de todos. La formación de niños lectores y escritores es una contribución, indispensable y urgente, para el desarrollo del capital humano del país".
Este artículo que está en http://padresporlaeducacion.blogspot.com/2009/04/leer-sin-saber-leer.html
fue escrito por Irene Vasco, escritora colombiana, en la revista "Cuatrogatos"

                                            

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