lunes, 8 de febrero de 2010

Mª LUISA


Tener trabajo hoy día es una maravilla, un privilegio, pero si además, se tiene la suerte de compartir ese trabajo con gente estupenda, que alegra el día, que hace reír y contagia optimismo y buen rollo, da la impresión de que ya no se puede pedir más ¿verdad?
Pues sí señor (o señora), todavía se puede tener más, y es conocer personas que van pasando a nuestro lado, en principio, de forma temporal, pero que al final, resulta que aunque se tengan que ir, se quedan para siempre, porque dejan un recuerdo estupendo, una sensación de haber tenido al lado "buena gente", de la que se hace querer, de la que está con una sonrisa permanente llueva o truene, de la que hace que dos horas pasen volando y seis meses se evaporen sin darse cuenta.
Sólo hoy, a la hora de despedirnos porque el contrato se acabó, he visto empañarse un poco esa mirada alegre que la caracteriza, pero como ninguna queríamos "pringar el moco", hemos bromeado y nos hemos dicho no un adiós, sino un "hasta luego"
¡Qué caramba! Que por algo nos han dado a las dos un "Oscar", el mío tiene veintitrés años, el suyo diecinueve meses, pero las dos hemos fardado de madres lo que hemos querido.

Te esperamos, Mª Luisa
en futuros embarazos,
que los niños siempre vienen
con contratos bajo el brazo.

¡¡Besos!!

(En la foto, por la izquierda: Eduardo, Luis, Pablo, Mª Luisa, yo misma, Pedro, y agachado, Manolo)



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