Hoy he recibido una carta de Sole, mi amiga argentina, fan incondicional de Tristán Saldaña (mi primer “hijo” de papel). En ella me dice que dos de sus alumnos, que no son aficionados a la lectura quedaron encantados con las historias de este “niño” al que le tengo tanto cariño como gracias a él he recibido de los chicos y chicas que lo han leído. Me cuenta cosas preciosas que me entran por los ojos y me salen por las manos en forma de letras, dirigidas en esta ocasión a esos dos niños argentinos que sin saberlo, a través de su profesora Sole, me han alegrado el día.
Tristán se ha empeñado en escribirles, este chico es así de espontáneo, así que, aquí va su escrito, espero que con él les llegue todo mi afecto, por niños como estos merece la pena seguir escribiendo.
Carta a Pablo Y Cristian:
Hola, chicos, soy Tristán Saldaña. ¿Qué tal os va la vida?
A mí, lo de escribir cartas no se me da nada bien, pero la pesada de mi abuela se ha empeñado en que os mande una porque habéis leído mis historias en la escuela y dice que os hará ilusión recibir “unas letras mías”. Como ella se siente feliz cuando nos llega alguna carta (aunque sea el recibo de la luz), se cree que a todo el mundo le pasa lo mismo, así que os escribo, aunque sólo sea para que deje de darme la brasa todo el día. Lo siento amigos, pero si conocieseis a mi abuela, me entenderíais.
¿Así que ahí también os obligan a leer libros durante el curso? Está claro que los profesores son todos iguales aunque pase un mar entero entre mi escuela y la vuestra. Se ve que es así, que nacen con la manía de que a toda la gente le tiene que gustar leer, nacen profesores en sí mismos, no son niños o niñas como los demás, no tienen juguetes, ni dicen mentiras, ni juegan al fútbol, son profesores y su vida consiste en mandarte leer libros y suspenderte en los exámenes.
Yo no les tengo manía, algunos incluso me caen bien, pero son ellos los que la han tomado conmigo, y este último año me han hecho repetir curso.
Mi abuelo dice que llegará un momento en el que yo sea más mayor que los propios maestros, pero lo dice para desanimarme porque su ilusión sigue siendo que un equipo grande de fútbol me fiche y salgamos todos de pobres. Yo no quiero decepcionarle, pero vamos, al ritmo que voy, no me veo jugando en el Madrid, la verdad, porque sigo sin ser muy hábil con el balón.
Estos días, por aquí, se habla mucho de los últimos fichajes que se han hecho, y a mi abuelo eso le influye que no veas, oye cifras de noventa y muchos millones de euros, y le ves allí, sentado en el corral, con una calculadora de hace mil años, haciendo las cuentas de todo lo que podríamos hacer nosotros con ese dinero.
-¡A mí no me caben tantos ceros en este aparato, hijo!- dice desesperado de darle a la tecla- Yo no sé cómo lo hacen, seguro que los del fútbol tienen calculadoras más grandes, porque a mí tantos números se me escapan.
¡Claro que se le escapan! Es que sólo a él se le ocurre hacer esos cálculos, pero yo le dejo que sueñe, porque así está entretenido, y como mi abuela le ayuda, estoy un rato a mi aire, que no es fácil.
-¡Y apunta también una lavadora nueva, y una tele para la cocina…! Y bueno, si sobra algo, compramos un congelador grande para los chorizos.
Ya me han puesto hasta nombre artístico, como acaban de fichar a Ka-Ká y a Cristiano Ronaldo, mi abuela me ha rebautizado:
-Tú podrías llamarte “Pis-Pís”, o Cristiano Tristaldo. ¿A que es buena idea?
¡Vamos! Una idea estupenda, y nada copiada, de lo más original.
Mientras tanto, no me queda más remedio que echar un partidillo con los chicos del pueblo, pero estos no son tan benevolentes como mis abuelos, ellos no me ven “estrella” todavía:
-¡Jo! Tristán, es que no das una, tío, eres un auténtico muermo. No se puede estar de portero y a la vez cambiarle la rueda a la bicicleta, que nos han colado veinte goles, chaval…
Bueno, bueno, menos criticar, que a mí me habrán colado unos goles, pero el otro portero lleva toda la tarde sentado en el suelo leyendo una novela de vaqueros…
¿Y por ahí qué tal os va? Ahora debe de estar empezando el invierno ¿no?
¡Como mola que viviendo en el mismo mundo, en cada sitio sea una cosa distinta, porque aquí está empezando el verano y nos morimos de calor!
Pero yo estoy contento porque ha venido mi amigo Lejía. ¿Os acordáis de él?
Le explico que estoy escribiendo una carta para unos amigos de Argentina, y como tiene que estar en todo lo que yo haga, aquí os pone unas letras él también, en su particular idioma:
“Amigos argentino, I´m Lejía and yo siento mucho contento por carta. Yo también love very much leer libros because lectura is very interesting. I send you a lot of besas y abrazas from Spain”
Su intención es buena, si pudiera, ahora mismo cruzaría el Atlántico para ir a daros esos “besas y abrazas” porque lo dice como lo siente, es un buen chaval, pero vamos, lo mismo que a mí nunca me fichará el Madrid, a Lejía no creo que le contraten nunca de traductor de idiomas.
Aunque eso no me importa, al fin y al cabo, a los amigos se les quiere con sus defectos y sus virtudes ¿no? A unos se le dan mejor los estudios, a otros peor, a unos les encanta la informática y a otros nos gusta trepar por las rocas. Lo importante es que seamos buena gente, como dice mi abuela:
-Este crío es muy revoltoso, pero ni roba, ni mata, ni nada de eso…
Vamos, que me quieren como soy, como yo con Lejía y con todos mis amigos entre los que ya os cuento.
¡Abrazos enormes que atraviesen de un lado al otro el mar que nos separa!
“Abrazas nadando en water because me don´t sabe nadar very well “
(Ni very well, ni nada porque se muere de miedo en la bañera de casa, pero bueno, el cariño no necesita ser un buen nadador para llegar a vuestro país).
Hasta siempre: Tristán Saldaña (and Lejía…Saldaña también)
¡¡bravo, bravíiisino, bravo!!!! Qué guay la carta que Tristán ha escrito a estos chavales argentinos. ?Sabes que una de mis mejores amigas es de allÁ'??? Yo le tengo un especial cariño a la otra orilla.
ResponderEliminarTambién me pregunto si a Tristan Saldaña, futura(muy futura, futurísima)figura del Futbol Mundial,le importaría que yo me colara en sus "cosas" para saber un poco más de él y así, luego pueda escribirle yo una carta. ¡¡Me encanta escribir cartas.
Anda Beatriz, haz el favor de preguntárselo tú, que se ve que tienes mano con el chico.
Mientras espero tu respuesta, os mando a los dos, bueno a los tres(por lo visto al Lejía le tenemos que incluir en el grupo de amigos) os envío un Cálido Abrazo de Papel
me ha encantdo la carta que ha escrito Tristan a esos dos chicos y me gustaria tambien que escribiese otra tercera parte de tristan saldaña al igual que me gustaria que se publicase una novela nueva que a escrito que se llama"torre de babel"
ResponderEliminarte quiero mm
ResponderEliminarme encanta el libro de al norte del norte y me encanta kamía y tambien tus libros dale recuerdos a todos los personajes
ResponderEliminarhola yo tengo 11 años y me he leido 2 libros tuyos y me gustan pero podrias publicarlos para que se puedan leer en la web un saludo de diana.
ResponderEliminarHola, Diana. Gracias por escribirme y por leer mis libros. Me encantaría poder poner en la web todos mis libros, pero no se puede porque las editoriales no lo permiten. A cambio de eso, puedes leer en mi página o en el blog algunos relatos cortos. Espero que te gusten.
ResponderEliminarUn saludo y hasta cuando quieras.
Gracias, Lola. Sé que le tienes cariño a Kamía, espero que "Al norte del norte" siga gustando. Este año lo han puesto en el instituo "Padre Isla", en cinco clases, a ver si les gusta.
ResponderEliminarMi deseo es que "Marioneta" sea también del agrado de tus alumnos y alumnas, ya me contarás qué tal lo llevan, porque al tratar el tema del acoso escolar, no tiene una lectura fácil.
Un abrazo fuerte.