Hoy he leído cuarenta páginas que tenía escritas y aparcadas desde hacía tres años. Eran el comienzo de una novela que dejé para escribir la otra, la que he terminado hace unos días, y me han sorprendido gratamente. Es curioso lo que hace la distancia, el tiempo que se puede dejar pasar para releer lo que uno ha escrito, para corregir y mejorar lo que el reposo ha devuelto con más claridad.
Así que, voy a retomarla donde la dejé, voy a revivir esos personajes que me han estado esperando tres años con su historia contenida hasta que yo llegase de nuevo para ponerla en un papel y hacer que la viviesen, no les voy a dejar ahí tirados sin que lo puedan contar. No sé cómo se va a titular, me pasa como me pasa siempre, sé cómo empieza y casi, casi, cómo va a terminar, pero lo que ocurra en el medio, me lo van dictando ellos, los propios personajes que a veces parece que se adueñan del escrito y dirigen mis manos por el teclado, para que ponga lo que ellos quieren decir.
Otra vez empiezo este dulce placer de la escritura que tanto bien me aporta, tantas ilusiones me da y tanto llena mi vida.
¡¡¡qué bien,retomar algo que estaba esperándonos con los brazos abiertos!!(bueno, en este caso,con las hojas estiradas y los personajes bostezando de aburrimiento), pero mira que dejarles abandonados TRES AÑOS, con sus 365 días correspondientes cada uno. No se si denunciarte a alguna asociación o darte un millón de ANIMOS para que la historia venga cargada de esa chispa de humor contenido que inunda mucho de lo que he leído tuyo. Y que por cierto, me encanta, porque siempre logra arrancarme una sonrisa.
ResponderEliminarUn cálido abrazo para esas horas delante del ordenador.
Beatriz, estupendo que tengas fuerzas de repescar un "hijo literario" del pasado. Yo no sé escribir, y menos ficción, así que me parece un mundo complejo dedicarse a crear tiempo, espacios, lugares, personajes y todo lo que conforma una novela. He estado yendo 3 meses a un curso de creación literaria, pero no me ha servido de mucho, aunque sí he podido ver lo difícil que es idear todo ese universo.
ResponderEliminarSuelo quedar con las compañeras de ese curso una vez al mes para hacer una tertulia literaria. En la primera empezaron/mos a comentar por qué escribían, y para arrancar, leimos un discurso que pronunció el premio nobel turco de 2006 en Estocolmo, Orhan Pamuk, "La maleta de mi padre". No sé si te puedes identificar con algunas de las razones que a él le mueven (es cortito, se lee bien, unas 8 páginas):
La maleta de mi padreBesos