miércoles, 18 de agosto de 2010

¿LIBERTAD CON CADENAS ?

Leo un artículo sobre la conveniencia o no de prohibir el velo total en nuestro país a las mujeres que por su educación, religión o cultura, lo lleven habitualmente, y me resulta difícil posicionarme al respecto.
¿Pode-mos imponer a otra persona que lleve algo que ella quiere llevar? ¿Realmente, esa persona (mujer en lo que al velo se refiere) quiere llevarlo?
A lo mejor, es que no ha tenido nunca otra opción, o que tiene miedo a las repercusiones que pueda tener si lo hace, o tal vez, es lo que ha llevado desde que nació y su madre, su abuela y su bisabuela lo llevaban desde hacía siglos.
Dice Carmen Posadas en el artículo al que hago referencia (XL Semanal, 15 de Agosto)que no se trata de obligarlas a que vistan minifalda, simplemente, que se pueda ver su cara para identificarlas como personas que son. Es cierto que no es lo mismo llevar un vestido hasta los pies y un pañuelo en la cabeza que deje el rostro al descubierto, que un velo total que, ya no es sólo que no permita identificar a la persona, sino que hace que la mujer vea la vida a través de una reja, que será de tela, pero es una reja al fin y al cabo.
No, no es igual, pero yo me pregunto si podemos prohibirlo por el hecho de que estén en nuestro país y nosotras, afortunadamente, no lo llevemos. ¿Prohibírselo para que tengan más libertad no es también acotar esa libertad de la que hablamos?
"Allá donde fueres, haz lo que vieres", dice el viejo refranero español. Y nuestra ministra de igualdad dice que esas mujeres no pueden integrarse en nuestra sociedad si viven tras el muro de su vestimenta. Es verdad.
Resulta que si nosotras vamos a algún país islámico, no podemos entrar en una mezquita sin cubrirnos hombros y piernas, tenemos que adaptarnos a sus costumbres nos parezcan lógicas o no (no creo que se respete más la cultura de cada país con falda hasta los pies que en bermudas floreadas), entonces sería lógico que ellas hiciesen lo mismo aquí, donde no llevamos burka ni velo de ningún tipo.
Pero sigo sin tenerlo claro. Podemos aconsejar pero ¿podemos prohibir que lo lleven ellas?
¿Será mejor dejar que cada cual vista como quiera?
Estoy hecha un lío. Las mujeres llevamos años luchando para que se nos trate en igualdad, para que nadie nos imponga cómo debemos hablar, vestir o vivir, y ver a muchas de ellas  todavía bajo el peso de las imposiciones (culturales, familiares o religiosas), me parece una pena.
Pero prohibir ...¿Quiénes somos para prohibir algo a otras personas si con ello no hacen daño a nadie más que a sí mismas?
¿Alguien me puede ayudar a aclararme?




                      

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