Hoy toca Poesía infantil, pero de la que a mí me gusta, de la que debemos leer los padres también porque nos ayuda a entender cómo se sienten y cómo nos ven, de la que nos permite ponernos a su altura y mirar hacia arriba, para saber cuál es la percepción que tienen de esas personas grandotas que creen que lo hacen casi todo bien, pero se olvidan de que no nacieron así de grandes, porque ellos también fueron niños.
Os dejo este breve poema, espero que os guste:
¿EN
QUÉ QUEDAMOS?
Soy
mayor para unas cosas
pero
para otras no.
Entonces,
¿en qué quedamos?
¿Cuántos
años tengo yo?
Para
el flotador soy grande,
para
ir tarde a la cama, no,
para
patines de bici
soy
demasiado mayor,
pero
me vuelvo pequeño
para
jugar con mi hermano
en
su nuevo ordenador.
Entonces,
¿en qué quedamos?
¿Cuántos
años tengo yo?
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