jueves, 15 de abril de 2010

                                                                       EL DÍA DEL NIÑO

       Me entero por Google de que en España se celebra el 15 de Abril el día del niño. No es que sea partidaria de este tipo de celebraciones en las que se tiene uno que acordar de determinadas personas (madre, padre, niño, maltrato...) más que otros días, pero bueno, si sirve para recordarle a alguien, en algún sitio, que hay determinadas situaciones que requieren atención, pues bueno, se da por bien empleado o celebrado.
        Yo tengo la enorme suerte de celebrar el día del niño todos los días, porque aún les tengo en casa, porque siguen adornando mi vida con su presencia, porque les respiro y me llenan por completo.
        Además, me encantan esos viajes que hay que hacer con ellos a su mundo, a ver las cosas a través de sus ojos, a volver a sentir como ellos.
        "Hoy he tenido un día muy malo"- me dijo mi pequeño anteayer.

         ¿Y eso por qué? ¿Qué te ha pasado?- le pregunté
         -Muchas cosas. Le pillé un dedo a Lucas en el cole, pero fue sin querer.
         -¿Le pediste disculpas?
         -Sí, pero no me "hació" caso.
         -Vaya, a lo mejor no te escuchó bien.
         -Claro, es que no paraba de llorar y llorar porque le dolía, y yo le decía "disculpas, disculpas" y él, nada, venga a llorar.
          -¿Y entonces qué hiciste?
          -Pues...me "poní" a llorar yo también.

      La historia termina cuando la profesora (¡qué paciencia!) concilió a las dos partes y logró que se dieran un abrazo.
         Pero mi niño tenía razón, el día no había acabado ahí. Por si el episodio con Lucas era poco, además, su amigo del alma, le colocó el estuche de la merienda al final de la fila, y hay que reconocer que eso tiene que ofender cantidad.
           -Bueno- le dije- pregúntale a Víctor por qué puso tu estuche el último.
           -No, no se lo voy a preguntar, además, no le voy a perdonar nunca.
           -Pero hombre, díselo, a ver por qué lo hizo.
           -¡Que no!- me dijo ya un poco cansado de mi insistencia- Que ya lo sé.
           -¿Y por qué es?
           -Pues... porque otros días cojo yo su estuche y lo pongo el último.

       Todo tiene una explicación, pero claro, no es lo mismo hacerlo o que te lo hagan.
       
       Menos mal que ayer estaba ya más contento.
       -¿Sabes?- me dijo mientras pintaba un dibujo ensimismado- Hoy he aprendido una palabra de iglesia.
        -¿De iglesia? ¿Y qué palabra es?- le dije.
        -"Acerdote"

        Y eso que no va a religión.

        Besos y feliz día a todos los niños que pueden celebrarlo, porque desgraciadamente, sigue habiendo muchos que jamás se enterarán de que hay un día dedicado a ellos, bastante tienen con lograr sobrevivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡¡Qué bien si comentas algo!!