La joven promesa
del mundo del circo
se estrena esta tarde
pasadas las cinco.
El último ensayo
ha sido brillante,
vuela en el trapecio
saltando en el aire.
Los padres la miran,
esperan en vilo,
recuerdan el día
que hicieron lo mismo.
La carpa está llena,
asoma un momento
y siente el estómago
dándole un vuelco.
Salen los payasos
y el ilusionista,
cuelga los trapecios
el jefe de pista.
La niña va y viene
cual péndulo aéreo,
su cuerpo volando
menudo y etéreo.
Se siente segura,
da una voltereta,
cambia de trapecio
en grácil pirueta.
Oye los aplausos,
quiere ver las caras,
se gira un momento
y la mano resbala.
Sus sueños de estrella
caen sobre la red,
las lágrimas duelen,
no quiere volver.
ya nunca lo harás"
le dice su padre,
queriendo ayudar.
"Pero tengo miedo
que de mí se rían,
¡¡Quiero ser famosa!!"
responde la niña.
La madre la observa
"Olvida la fama
y sal a la pista."
"El único vuelo
que quiero que tengas
es el del trapecio
que te espera fuera"
"Pero ¿y si me caigo?
¿Qué puedo yo hacer?"
-"Has de levantarte
y volver otra vez"
"Subir al trapecio
es como la vida:
a veces abajo
y a veces arriba"
"Deja los temores,
has de ser valiente,
no puedes gustarle
a toda la gente"
Esa misma tarde,
temblando las piernas
asciende la escala
y sujeta las cuerdas.
Los padres se miran,
se toman la mano,
saben que el camino
será duro y largo.
Oyen los aplausos,
miran para ella,
velan por sus sueños
de pequeña estrella.
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